Algo tan sencillo como pintar puede convertir un mueble antiguo en una pieza radicalmente diferente y darle una nueva vida. Pero lograr este objetivo es algo más que aplicarle capas de pintura. Es necesario tener en cuenta una serie de consejos para que el lavado de cara de tu mueble se convierta en un auténtico éxito. Te damos algunos "tips" para que el resultado sea ideal. Coge pincel y libreta y toma nota:
Lo primero de todo es retirar las capas de barniz o pintura de la superficie. Si son profundas puedes usar un decapante y si no lo son puedes optar por lijar con una lija gruesa o con una lijadora. Es importante hacerlo siempre en la misma dirección a la veta de la madera.
Cuando la superficie esté limpia y libre de residuos, aplicaremos una capa de imprimación, imprescindible para que la pintura posterior quede bien fijada. El objetivo de la imprimación es sellar el poro de la madera y que de este modo no coja tanta pintura.
Una vez la imprimación se haya secado totalmente es el momento de aplicar la pintura elegida para la madera. Es aconsejable aplicar al menos dos manos de pintura, aunque depende del tipo, y dejar secar la primera capa totalmente antes de aplicar la segunda para que agarre mejor y el acabado sea más profesional.
Brocha, rodillo o pincel son los tres utensilios que puedes emplear para pintar tus muebles reciclados. Brocha para superficie estrecha o con relieve, rodillo para ancha y lisa y pincel para acceder a los rincones a los que no pueden llegar las dos primeras.
Para finalizar y una vez pintado el mueble, se le puede aplicar una capa de barniz brillante o mate apto para acabados de madera. De esta forma la pintura quedará totalmente protegida. Además de barniz se puede optar por aplicar cera o una pátina en el caso de que le quieras dar un aspecto más vintage o envejecido.
Recuerda que si quieres dar a tu hogar o negocio tanto por dentro como por fuera un estilo más fresco, no dudes en ponerte en contacto con nosotros: 982 284 455 / correo@mbesteiro.com.
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