El verano ya está llamando a la puerta y con él las largas jornadas al aire libre, en las que disfrutaremos de todas esas zonas exteriores de nuestro hogar que durante el invierno tenemos más olvidadas. La piscina, la terraza o el jardín se convierten en las opciones favoritas durante estos meses, los más “amables” del año. Para aprovechar al máximo esta estación es necesario tenerlo todo a punto y el tipo de suelo que elijamos para nuestros exteriores es un factor clave. En este post os vamos hablar del suelo decking, también conocido como tarima de exterior.
Podemos dividirlo en dos grandes grupos:
DECKING DE MADERA MACIZA
Está clarísimo que la madera es un material que aporta infinidad de emociones únicas en cuanto a belleza, calidez… y la sensación de pisar un suelo de madera es incomparable a cualquier otra, además de ser éste un material absolutamente respetuoso con el medio ambiente.
Algunos de los tipos de madera más apropiados para colocar en suelos en el exterior son el ipe, el iroko o el pino cuperizado. Este tipo de tarimas se instalan sobre rastreles y se pueden colocar con grapas de acero ocultas o vistas o bien se pueden atornillar a los mismos. El decking de madera requiere un tratamiento con aceites especiales para exterior y un mantenimiento periódico cuya frecuencia dependerá del tipo de madera, de las condiciones climáticas y del uso…
DECKING SINTÉTICO O COMPOSITE
Estas tarimas de exteriores están fabricadas con madera y polímeros plásticos totalmente reciclados y respetuosos con el medio ambiente.
Existen diversos tipos de suelos de composite. En cuanto al formato podemos diferenciar entre suelos macizos y alveolares y en cuanto al diseño podemos encontrar decking ranurado, liso, de doble cara (liso por una y ranurado por la otra)… y también existen distintos acabados y escuadrías.
Al igual que el decking de madera, se instalan sobre rastreles y se pueden colocar con grapas de acero ocultas o vistas o bien se pueden atornillar a los mismos.
Los suelos composite presentan una gran resistencia al impacto, a la abrasión y al desgaste, así como a la humedad, a los insectos, hongos y a los rayos ultravioleta. Son productos que requieren un bajo mantenimiento que dependerá del uso, del clima y también del tipo de polímero del que estén hechos.
En definitiva, es hora de disfrutar del aire libre, así que ya puedes decidir qué opción se adapta mejor a ti. ¡En Maderas Besteiro te ayudamos a elegir!